EL PENSAMIENTO Y LA CONCIENCIA
PRIMERO LA CONCIENCIA
Utiliza el pensamiento para decidir en conciencia.
Si comprendemos bien el mecanismo de estas dos variables y logramos que la conciencia esté por encima del pensamiento, entonces se producirá un cambio transcendental que beneficiará nuestro propio autocontrol de una forma natural.
Veamos algunos ejemplos.
LA ODISEA
ULISES en la gran obra de Homero " La Odisea", en uno de sus pasajes, a su paso por la isla de los cantos de Sirena, se ató a un mástil y ordenó al resto de marineros que se taparan los oídos. Ulises sabía que allí pasaba algo especial, no común, que hacía que los barcos fueran hacia la isla con motivo de unos cantos tan atrayentes que lo que hacían era conducir al desastre total de las embarcaciones y marinos, que terminaban estrellándose contra las rocas de la isla.
Sabía Ulises que la voz del pensamiento le conduciría a la isla con aquél final catastrófica, y sabiéndolo y queriendo tener la experiencia de oir aquéllos cantos se ató a un mástil conservando el sentido del oído pero que, aún así, no pudiera dirigirse a la isla porque estaba atado al mástil, y el resto de tripulantes no oía sus exclamaciones de que lo desataran o que se dirigieran a la isla.
En realidad el atarse al mástil era la conciencia, el sentido del oído era la voz del pensamiento.
Es un caso evidente de anteponer la conciencia al pensamiento, y así debería ser siempre. No quiere decir que el pensamiento sea malo sino que siempre debe ser prioritaria la conciencia.
A partir de este pequeño ejemplo vamos a ver algunas vivencias.
QUIERO COMER
Utiliza el pensamiento para decidir en conciencia.
No cabe duda que comer es necesario y es bueno.
Pero imaginemos que tengo fruta y un pastel. Es posible que la voz del pensamiento nos lleva a comer el pastel. Es aquí cuando debería entrar en juego la conciencia y anteponerse.
¿Y como se antepone la conciencia en este caso?
Podría ser haciéndonos algunas preguntas interiores antes de tomar la decisión. Preguntas tales como ¿qué es más beneficioso para mi salud? ¿vendrá bien para mis dientes tomar un pastel? ¿qué es más natural y por tanto más beneficioso?...y luego tomar la decisión adecuada.
A medida que vamos anteponiendo y decidiendo conforme a la conciencia ésta se fortalecerá y tomará una situación preeminente.
COMER&VÓMITO&COMER&VÓMITO..(BULIMIA)
Quiero imaginar a una persona que hace una comida apropiada y normal. En su conciencia se analizará que ha sido una comida con los nutrientes correspondientes para el cuerpo, sin que sea necesario comer más. Puede haber sido una comida sana y equilibrada, que siempre es lo deseable, o, incluso, puede haber sido una comida mejorable añadiendo o quitando algún alimento en una próxima comida cuando toque.
El pensamiento (la voz del pensamiento), sin que, en conciencia, sea necesario comer más, hace acto de presencia, colocándose por encima de la conciencia, y te impulsa a comer más, puede ser que condicionada esa voz por distintos sentidos (puede ser la vista, el tacto, el gusto...), y como el cuerpo ya ha quedado saciado con la comida realizada pero el pensamiento nos insiste en la necesidad de comer (sin que tal necesidad exista a nivel de conciencia) cedemos ante el pensamiento (lo colocamos por encima de la conciencia), y ante esa cesión para que el cuerpo pueda ingerir más alimentación el mecanismo consiste en devolver lo comido y volver a comer, y así un bucle psicológico que se aparta de la conciencia. Ha vencido el pensamiento, cuando esto nunca debiera ocurrir.
Y si utilizamos la conciencia y le damos esa importancia primera, por encima del pensamiento, podemos parar un momento y reflexionar. Esa reflexión puede ser sencilla considerando los efectos no deseables que produce colocar por delante al pensamiento. Y en esa previa reflexión en conciencia, podemos considerar:
Que nuestro cuerpo ha quedado satisfecho con la comida. Nuestro cuerpo no nuestro pensamiento.
Que si devuelvo la comida para volver a comer se producen efectos negativos como:
Daños en el estómago, esófago, en la boca y dentadura, y otros miembros de nuestro cuerpo porque cuando nuestra primera comida ha llegado al estómago en el mismo se produce una digestión con diversos jugos gástricos que al devolver, dado su carácter abrasivo, dañan las zonas de nuestro cuerpo que tienen contacto con esos jugos gástricos que acompañan el vómito. Es un daño que, a fuerza de repetir el vómito, puede tener nefastas consecuencias de salud y que no valoramos si no hacemos esta reflexión para evitar que el pensamiento, que nos impulsa a comer, devolver y comer, no se salga con la suya anulando nuestra conciencia, y es que es la conciencia la que debe estar por encima del pensamiento siempre y en este caso especialmente. Si vamos haciendo este ejercicio de reflexión y lo acompañamos de voluntad no sólo evitamos daños en nuestro cuerpo y en nuestra mente, sino que nos sentiremos más felices y con mayor fortaleza.
Debemos utilizar el pensamiento para decidir en conciencia -no debe decidir el propio pensamiento-
(¿En nuestro caso quién te pide comer, el pensamiento o la conciencia?)
No debemos olvidar esta sencilla ecuación que empieza y termina con la voluntad:
Voluntad/
Paciencia-espera-reflexión/
Decisión en conciencia/
Voluntad para seguir a la conciencia.
(Es esta una reflexión personal).
Merece la pena y nos dará felicidad interior.
VER LA TELEVISIÓN
Muchas veces podemos utilizar la televisión como evasión, nos sentamos en el sofá y encendemos la televisión y, sin un previo control en conciencia de lo que queremos ver por resultar de interés, vamos cambiando de canales hasta encontrar aquello que nos gusta dentro de lo que están ofreciendo en ese momento. A veces pasamos y pasamos canales sin más.
Lo aconsejable sería no ver la televisión por lo que tiene de manipulación y sin que te de lugar a un análisis en conciencia de lo que dicen, o de las imágenes con las que nos inundan, y muchas veces en una dirección unívoca de los comunicadores, o mayoritariamente en una línea determinada, y lo peor de todo es que tu opinión no cuenta. Te limitas a ver y escuchar un programa o espacio que ni siquiera habías elegido como de tu previo interés, que sería lo más inteligente. Es fácil que nos manipulen y que vayamos tragando y tragando pasivamente. Perdemos un tiempo precioso y, encima, sin posibilidad de debate, es algo pasivo totalmente. Puede suceder que algún documental especial sea de interés y merezca la pena y que lo hayamos elegido nosotros por ello. De no ser así corremos ese riesgo inmenso de que nos puedan manipular, si no somos capaces de adoptar una posición crítica y de que exista contraste, sin dirección determinada, entre las personas que puedan comunicar alguna noticia, pues siempre suele hacerse desde un determinado prisma, el que interesa, por múltiples razones, nuestra conciencia va siendo anulada. Liberarnos de la televisión sería la mejor opción. Hoy tenemos muchas otras alternativas de elegir y de contrastar, al margen de esas grandes cadenas que, a su vez, pueden estar mediatizadas desde arriba y que recorren toda la línea programática. Y eso sin contar que hay programas verdaderamente alienantes que viven de las vidas de otros, dando versiones o haciendo valoraciones sonrojantes. Es como si las miserias de otros conformaran su forma de vivir, o de sus desgracias o de sus intimidades. Todo eso contribuye a crear una conciencia errónea, que es la mayor catástrofe para la verdadera felicidad. Vivir de las miserias de otros no es opción válida, debes huir y así contribuyes a que se erradique, pero sobre todo a que no se socave tu bienestar interior y personal.
Los anuncios, a veces interminables, de un programa, son otra fuente probable de someter tu mente hacia cosas que no necesitas. Una opción puede ser quitar el sonido de los mismos.
Autoterapia concreta que se propone
Hacer pequeñas prácticas tales como:
Ante la elección de comer bollería o una fruta párate utilizando la voluntad y en un momento y en tu conciencia analiza realmente si a tu cuerpo le viene mejor la bollería o una fruta, y si realmente lo necesita, luego de ese análisis en conciencia, utiliza nuevamente la voluntad para ejecutar ese análisis de la conciencia, anteponiendo la conciencia a la voz del pensamiento, ya que esa voz del pensamiento puede llevarte a ejecutar una acción distinta a la de la conciencia.
Esta terapia es útil para cualquier otra circunstancia de la vida en múltiples aspectos tales como ver la tele, hacer compras, viajes, bebida, lecturas...también para la ira, la pereza, el egoísmo...
No te importe empezar por cosas pequeñas. Tu conciencia se irá fortaleciendo.
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