IDENTIFICARSE
Somos lo que no somos (ante la imposibilidad de saber que es
el ser pero sí aproximarnos a él sabiendo lo que no somos), decíamos en un
apartado anterior referido a la distorsión del ser.
La identificación con algo o con alguien no cabe duda que también distorsiona el ser. No deja de ser esa identificación como un abono del ego y que nos puede llevar a una complicada relación con los demás y a una distorsión interior también. Tengamos esto en cuenta, por su importancia.
Si te das cuenta en el mundo político hay un gran ego individual y colectivo, puedes anclarte en una idea política y ya piensas que es el ser, incluso ves a los demás como en una situación más baja o más incomprensible. Quizás más que nunca esta situación es día a día muy habitual y automática, y paradójicamente con base en esa idea nos sentimos superiores a otros seres, llegando a perdonar sólo los defectos propios y criticando duramente los mismos defectos en los demás.
Educar desde la infancia en esta percepción de lo que es el ser conduciría a una tierra nueva y más sana.
El SER (que no es mío, ni tuyo, ni suyo) es algo distinto a lo que denominamos mi casa, mi coche, mi libro, mi colegio, mi universidad, mi pelo, mi...mi...mi...
Identificamos el ser con todo o parte de eso, sin darnos cuenta de que eso es justo lo que no es el ser y que, quitando ese falso ropaje, nos iguala.
Autoterapia concreta que se propone
No identificarte con la casa o mansión. en la que habitas.
No identificarte con un coche.
No identificarte con la ropa, o una marca concreta.
No identificarte con la fuerza física.
No identificarte con una situación laboral.
No identificarte con una idea política.
No identificarte con unas siglas.
No identificarte con un lugar o nación.
No identificarte con un actor/actriz-.
No identificarte con el colegio de estudios.
No identificarte con una universidad.
No identificarte con los resultados académicos.
No identificarse con un móvil.
No identificarse con una red social.
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